Licuefacción de CO2: refrigerante natural
Refrigerante natural
Al utilizar CO2 como refrigerante durante el proceso de licuefacción de CO2, se sustituyen los refrigerantes sintéticos tradicionales como el freón o el amoníaco. El enfoque diferente con CO2 como refrigerante aporta varias ventajas. El dióxido de carbono es un refrigerante natural respetuoso con el medio ambiente y seguro. Además, esta tecnología mejora la eficiencia de la licuefacción, reduciendo los gastos operativos y aumentando la capacidad de producción de (bio)CO2. Además, el uso de dióxido de carbono limpio también optimiza el consumo de energía, lo que la convierte en una solución más sostenible y rentable.
¿Cómo funciona?
El proceso en 6 pasos
- Eliminación de las impurezas del CO2 mediante un filtro de carbón activado.
- El CO2 se comprime con un compresor multietapa exento de aceite.
- La humedad se elimina mediante un secador automático de tamiz molecular.
- Entrada en el licuefactor; los no condensables permanecen gaseosos mientras el CO2 se condensa
- Los no condensables se extraen a medida que el CO2 se licua.
- El CO2 líquido purificado se almacena en un depósito aislado para diversos usos.
Especificaciones del producto
Proceso de licuefacción
El proceso de licuefacción de CO2 comienza con la purificación del gas de dióxido de carbono mediante un filtro de carbón activado; a continuación, el CO2 se comprime utilizando un compresor exento de aceite. Tras la eliminación de la humedad mediante un secador de tamiz molecular, que elimina meticulosamente cualquier resto de humedad, se licua el dióxido de carbono. En el licuefactor, el CO2 se separa de sustancias no condensables como el oxígeno, el metano y el nitrógeno. El CO2 líquido purificado se almacena en un depósito aislado para múltiples aplicaciones, mientras que los no condensables se reciclan para mejorar la recuperación de metano hasta un 99%.